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Inspirada para escribir
No es magia
La inspiración es, literalmente, la acción de introducir aire en los pulmones, una parte del ciclo de la respiración. Lo hacemos sin pensar. En su sentido figurado, sin embargo, es mucho más difícil que respirar.
Cuando no estoy inspirada, escribir es tedioso, un respirar mecánico y forzado, en vez de ser fluido y gozoso. Así son algunas tareas de escuela. No existe un polvito mágico de las hadas que haga que fluya mi pluma o mi mano en el teclado. Sin embargo, he encontrado que varias actividades sencillas me pueden ayudar.
Una manera de estar literalmente “inspirados” es moverse. Para algunos, puede significar nadar, correr o dar una rodada en bici. Para mí, ha significado en especial caminar, ya sea a un paso ligero o un paso más pausado. Caminar me despeja la mente; me ayuda a respirar profundo y reenfocarme. A la vez, estimula mis sentidos con lo que veo, escucho, huelo e imagino.
El contacto con la naturaleza ha inspirado a los creativos desde los salmos de tiempos bíblicos, y probablemente desde mucho tiempo atrás. Los cuerpos de agua en particular son conocidos por su poder de calmar la mente; nos asombra su inmensidad y su poder…
